viernes, 2 de julio de 2010

vita






No te preocupes por el futuro, o preocúpate, sabiendo que es tan efectivo como intentar resolver una ecuación de álgebra comiendo chicle.
Es probable que los problemas más serios que te surjan en la vida sean cosas que ni se te pasaron por la cabeza, de esas que te sorprenden un martes cualquiera a la cuatro de la tarde.
Todos los días haz algo que te dé miedo.
Canta.
No juegues con los corazones de los demás. No aguantes que la gente juegue con el tuyo.
Relájate.
No pierdas el tiempo sintiendo celos.
Algunas veces irás ganando, otras irás perdiendo, pero la carrera es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.
Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos.
Conserva las cartas de amor. Tira los recibos viejos del banco.
Estírate.
No te sientas culpable si no sabes que hacer con tu vida. Las personas más interesantes que conocía no sabían que hacer con su vida a los 22 años. Algunas de las personas más interesantes que conozco siguen sin saberlo a los 40.

Quizás te divorcies a los cuarenta, quizás bailes rock con él o con ella en tus bodas de plata.
Siempre has optado por una cosa u otra, como el resto del mundo.
Disfruta de tu cuerpo y úsalo de todas las maneras que puedas, no le tengas miedo ni te preocupes de lo que piensen los demás; es el mejor instrumento que tendrás jamás.
Baila. Aunque tengas que hacerlo en la sala de tu casa.
Lee las instrucciones aunque no las sigas.
No leas revistas de belleza, sólo harán que te sientas feo.
Convive con tus padres. Nunca sabes cuando se irán para siempre.
Sé bueno con tus hermanos. Són el mejor vínculo con tu pasado.
Entiende que los amigos vienen y se van, pero que hay unos escojidos que debes conservar.
Vive en Nueva York alguna vez, pero vete antes de endurecerte.
Vive en el norte de California alguna vez, pero vete antes de ablandarte.
Viaja.
No esperes que cualquier persona te apoye.
Oculta las partes feas del pasado.
Quiere y serás querido.

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