domingo, 25 de julio de 2010

Lo prometido es duda. (Sí, duda).






Se acaba una relación. Se acaba una relación y te mueres de adiós. Se acaba una relación, te mueres de adiós, y entre tanto descalabro, acabas olvidando tu remolque de promesas rotas. Ese remolque que, impulsado por la pasión inicial y el romanticismo más optimista, jamás perdió la velocidad. Tú te paras, provocas baja emocional, pero tarde o temprano ese remolque vendrá a por ti, atropellándote con toda su inercia y mala hostia. Y si en algún momento te falla la memoria, no te preocupes. Padres, amigos y familiares varios están ahí para darle un último impulso al remolque justo en el instante del impacto, y recordarte los planes que teníais, lo mucho que le querías, lo mucho que le quisiste, lo mucho que aún deberías estar queriéndolo si de verdad fueses cumplidora. Las promesas. Las promesas duelen siempre a destiempo. Sabes que al principio es monísimo, tierno, encantador, pero que algún día, sí o sí te arrancará un brazo, una pierna, o cualquier otra extremidad. Y así andamos, cada vez más cojos, más mancos o lo que es peor, con menos extremos que arrancar. Llega un momento en el que ya no te crees nada de lo que te dices.

Prometer es mentirle al destino. Prometer es perder por adelantado. Aunque claro, parece que prometerse cosas acaba siendo necesario para avanzar. Con uno mismo y con los demás. Porque actúa como timón de las relaciones sentimentales: marca el rumbo a seguir, pero ni de coña te esperes que sople viento sobre las velas. Pero es que si no prometes nada, tarde o temprano te enfrentarás a la pregunta a la que se enfrentan los que cometen la desfachatez de vivir al día, de disfrutar el momento, de habitar sola y únicamente en el presente. Cariño, hacia dónde va lo nuestro. Yo cada día me siento más orgullosa de mis dudas. Las únicas que, con el tiempo, acaban siempre confirmándose. Las únicas que, con los años, jamás me van a traicionar.

Hoy, mientras la palabra nosotros se me escurre líquida entre los dedos, me voy dando de bruces con todas y cada una de mis incompetencias emocionales. No he sido capaz de hacerte feliz. No he sido capaz de estrecharte entre mis lazos. No he cumplido casi ninguna de mis promesas. No he respondido casi ninguno de tus porqués. Y aun así, hay algo que quiero y puedo decirte. Que pase lo que pase a partir de ahora, voy a quererte toda la vida. Te lo prometo.




Y de regalo:
Deluxe ;)
http://www.youtube.com/watch?v=O2Vv-mRnFpM

martes, 13 de julio de 2010

- ¿Qué somos?
- No lo sé. ¿Qué más da?...Soy muy feliz, ¿tú no eres feliz?.
Dins, les paraules bullien, efervescents, s'empenyien les unes a les altres, nervioses per sortir, per realitzar-se fora de mi.
Avui la necessitat ha vençut. l'afany de polir sentiments fins ahir aspres i d'aclarir pensaments, que fins fa un moment eren borrosos, s'ha fet latent. Idees que retoco fins a convertir en paraules fugen desordenades, sense forma.

viernes, 2 de julio de 2010





La ropa y tu pelo se movian al mismo compás...

vita






No te preocupes por el futuro, o preocúpate, sabiendo que es tan efectivo como intentar resolver una ecuación de álgebra comiendo chicle.
Es probable que los problemas más serios que te surjan en la vida sean cosas que ni se te pasaron por la cabeza, de esas que te sorprenden un martes cualquiera a la cuatro de la tarde.
Todos los días haz algo que te dé miedo.
Canta.
No juegues con los corazones de los demás. No aguantes que la gente juegue con el tuyo.
Relájate.
No pierdas el tiempo sintiendo celos.
Algunas veces irás ganando, otras irás perdiendo, pero la carrera es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.
Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos.
Conserva las cartas de amor. Tira los recibos viejos del banco.
Estírate.
No te sientas culpable si no sabes que hacer con tu vida. Las personas más interesantes que conocía no sabían que hacer con su vida a los 22 años. Algunas de las personas más interesantes que conozco siguen sin saberlo a los 40.

Quizás te divorcies a los cuarenta, quizás bailes rock con él o con ella en tus bodas de plata.
Siempre has optado por una cosa u otra, como el resto del mundo.
Disfruta de tu cuerpo y úsalo de todas las maneras que puedas, no le tengas miedo ni te preocupes de lo que piensen los demás; es el mejor instrumento que tendrás jamás.
Baila. Aunque tengas que hacerlo en la sala de tu casa.
Lee las instrucciones aunque no las sigas.
No leas revistas de belleza, sólo harán que te sientas feo.
Convive con tus padres. Nunca sabes cuando se irán para siempre.
Sé bueno con tus hermanos. Són el mejor vínculo con tu pasado.
Entiende que los amigos vienen y se van, pero que hay unos escojidos que debes conservar.
Vive en Nueva York alguna vez, pero vete antes de endurecerte.
Vive en el norte de California alguna vez, pero vete antes de ablandarte.
Viaja.
No esperes que cualquier persona te apoye.
Oculta las partes feas del pasado.
Quiere y serás querido.