martes, 18 de mayo de 2010

Y súbita, de pronto...



Y súbita, de pronto,
porque sí, la alegría.
Sola, porque ella quiso,
vino. Tan vertical,
tan gracia inesperada,
tan dádiva caída,
que no puedo creer
que sea para mí.

Pedro Salinas

No hay comentarios:

Publicar un comentario