Las sonrisas efímeras no siempre aparecen por arte de magia.
¿Cuántas veces habrás escuchado decir eso de: "regálame una sonrisa"? ¡Ni que estuviesen baratas! Regalar una sonrisa es, a veces, tremendamente caro. Tanto, tanto que para conseguirlas has de empeñar más de un esfuerzo y mil quilos de lágrimas. Y anda, pesa las lágrimas, verás lo que duele llorarlas.
Ja saps el que vull pel meu aniversari =)
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