A veces me gustaría estar dentro de ese espejo y no poder salir, me gustaría que mi imagen saliera a la calle y viviera por mí, yo me quedaría aqui en casa descansando... Me gustaría que diera la cara por mí, que pensara por mí, que hablara por mí. Pero al final soy siempre yo la que tiene que dar la cara, y él se queda ahí, mirándome, juzgándome y recordándome que peor no lo puedo hacer.
-M. It’s a number. It’s a song. It’s a boy. Smooth. Pearl joy packed. Gold falafel, as through ice. It’s four-thirty. Morning with phone calls. It’s deaf mute. It’s cheap. A foreign car. Maybe bingo. Lucky night? Something says it smells bad.
lunes, 23 de noviembre de 2009
Pero de nada sirven las lamentaciones, ¿verdad?, ni ponernos a revolver como locos los armarios o hacerle el boca a boca a sentimientos que ya no estan ahí, y querer recuperar el tiempo perdido a fuerza de vivir más aprisa, o pedir perdón cuando ya no queda nadie que nos pueda perdonar nada. Hay tantas cosas que echamos de menos...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo difícil es salir, y a ti siempre te ha ido lo difícil, bombas, minas y demás...
ResponderEliminar